Escuela sin clases y pareja de abuelos hace 3 días sin agua ni luz y sin respuesta de autoridades
Si bien para los mercedinos la falta de agua y luz, la ausencia de una infraestructura cloacal y calles destruidas ya es una situación normalizada que ven como natural, esa situación es catastrófica para algunos sectores como lo son los adultos mayores, y en este caso también para el sector educativo.
En este caso se trata de una pareja de abuelos, ella de más de 60 años y él de más de 70, caseros de la escuela N° 14 ubicada en el camino Garcia, a la que ningún alumno puede acudir no solamente por la falta de servicios básicos, sino también por el peligro inminente de muerte.
Los abuelos que resguardan la institución están pasando su tercer día sin agua ni luz y lo que es peor, rodeados de cables cortados y caídos que ponen en peligro sus vidas sin que ninguna autoridad les de respuesta y que impide la asistencia de los estudiantes.
Los directivos de la escuela protegida por la pareja de abuelos realizaron a tiempo su reclamo a la empresa Edén que les prometió una solución,sin embargo la solución jamás llegó, nadie se acercó, como suele ocurrir con los reclamos de Edén.
Las autoridades municipales suelen lavarse las manos: Hace dos días me comunique con la línea 147 donde me respondieron que el problema debe ser resuelto por Edén y no por la Municipalidad, pero Edén se niega a responder.
Tampoco existe posibilidad de realizar una denuncia ya que la empresa proveedora de energía fue blindada judicialmente por el fiscal Sebastian Villalba, encargado de desestimar todas las denuncias de vecinos contra la empresa. El mismo fiscal que protege a los directivos en caso de incidentes fatales como el de Esteban Rodriguez, el joven que falleció electrocutado y a cuya familia se le negó hasta un perito de parte.
En este contexto, la pareja de abuelos y los alumnos sufren la desesperación e impotencia frente al abandono por parte de todas las autoridades: Una Municipalidad inutil, fiscales comprados, una empresa prebendaria sin preocupación por cumplir ninguna norma, ni siquiera sin preocupación por provocar muertes, una Dirección de Cultura y Educación más preocupada por obligar a usar barbijo a los niños que por si mueren electrocutados.
Esta ausencia de Estado tiene lugar también en un contexto de aumento de tasas, impuestos y tarifas con el cínico pretexto del “Estado presente”.