septiembre 12, 2024

Che Guevara para niños y el adoctrinamiento en La Trocha

El domingo 13 de febrero La Cámpora de Mercedes organizó una jornada de venta de libros en La Trocha. Sin embargo, lejos de tratarse de un evento cultural se trató de un proyecto de adoctrinamiento con una clara inclinación partidaria. En la jornada también participó el intendente Juan Ustarroz.

El evento nuevamente dejó en manifiesto la falta de escrúpulos de los camporistas dispuestos a hacer cualquier cosa para revertir la drástica disminución de adeptos que la organización está sufriendo como consecuencia de las políticas empobrecedoras.

De esta manera los niños son un objetivo formidable para los militantes sedientos de menores inocentes, ajenos a la política, pero muy susceptibles al adoctrinamiento, especialmente por parte de figuras con autoridad como lo es un intendente rodeado de fervientes seguidores acomodados en cargos públicos.

Entre las propuestas de lavado cerebral dirigido a los menores pudo verse el libro “Che Guevara para niños”, idealizando a un hombre que más allá de sus ideas, en la práctica jamás titubeó al matar a personas inocentes. Y por inocentes no me refiero a soldados de Batista sino a comerciantes que se negaron a bajar precios, o incluso a homosexuales que en la Cuba comunista eran hacinados en campos de concentración. Por supuesto que estos hechos históricos no son narrados en el libro “Che Guevara para niños”, cuyo objetivo es cultivar en menores una simpatía o fanatismo hacia el guerrillero, que en la adultez se traducirá en la desestimación o negación de la historia, como sucede hoy con los adultos de izquierda.

Uno de los libros para niños que La Cámpora vende en Mercedes.

Además de los libros para niños, pudo verse una amplia oferta de libros sobre la última dictadura militar. Por supuesto, todos ellos reafirmando un relato ya innumerable veces desmentido y propensos a inculcar un conocimiento erróneo sobre la historia de nuestro país.

Por ejemplo, ninguno de esos libros menciona que la tía de Juan Ustarroz y madre del ministro del Interior Eduardo “Wado” de Pedro, fue abatida en un enfrentamiento armado. 

El enfrentamiento se dio después de que Lucila Révora, madre de Wado, colocara una bomba asesinando a una nena de 15 años, a una jubilada de 82 años e hiriendo a una veintena de vecinos. Hecho que no muchos mercedinos recuerdan y cuya historia La Cámpora aprovecha para reescribir.

Así, el propio intendente promueve libros que niegan la historia criminal de su propia familia para reescribirla mostrándolos como héroes. Por supuesto, esos libros también mantienen el relato de los 30.000 desaparecidos, cuyos nombres jamás pudieron ser publicados porque realmente no existe tal número de desaparecidos.

En este sentido es importante aclarar que Noticias Mercedes repudia cualquier recorte de libertades civiles, incluyendo a la dictadura. Pero no a costa de mentir y de reescribir la historía.

Es importante también aclarar que estos libros fueron expuestos con un cartel donde se leía “Libros prohibidos por la dictadura”. Es importante aclararlo porque una de las primeras medidas del gobierno de Alberto Fernández fue restaurar una ley del kirchnerismo que prohíbe la importación de libros al país: Hablan de la prohibición de libros en los 70′ mientras prohiben libros en la actualidad.

Por último también había mucho material feminista  favoreciendo el relato de la teoría de género que busca criminalizar las expresiones basadas en la ciencia y la objetividad, destruir la estructura familiar y aplastar el derecho a libre pensamiento con una corrección política que hasta persigue el uso correcto de pronombres. De hecho mucho material educativo fue sustituido por clases de lenguaje inclusivo donde los niños ya no aprenden a sumar ni a restar, sino a reemplazar letras por la “e”, cultivando la imbecilidad necesaria para que en su adultez también vendan el futuro de hijos por unas chapas o una bolsa de mercadería.

Además, llamó la atención de los visitantes que La Cámpora ofreciera como método de pago MercadoPago, una empresa a la que desde la asunción de Fernández el kirchnerismo no deja de intentar demonizar y cuyo fundador debió exiliarse en Uruguay. Parece que a La Cámpora los desarrollos de dicha empresa no le molestan a la hora de cobrar.