diciembre 8, 2024

Corrupción y nepotismo azotan a Mercedes: algunas familias mercedinas que parasitan a contribuyentes.

No es un secreto que el liderazgo de la ciudad de Mercedes está en manos de una única familia traducida en 3 apellidos: Ustarroz, De Pedro y Révora. Una única familia que encontró vulnerabilidades para convertir una violación de la ley en una violación de la etica. Las leyes contra el nepotismo impiden a políticos acomodar a familiares en una misma institución u organismo, es por eso que Juan Ignacio Ustarroz (cuyo sueldo ilegalmente no esta publicado) colocó a su hermano en el Consejo de la Magistratura, su otro hermano de crianza Wado de Pedro es Ministro del Interior a pesar de no estar capacitado para el puesto. Siguiendo con la misma familia también tenemos al apellido Revora diseminado por el Estado y organismos dentro de Mercedes, Lalo Révora, Silvia Alicia Révora y contando . Los salarios y privilegios en general de esta única familia nos cuestan a los contribuyentes millones de pesos mensuales si sumamos todas las cantidades además de recursos adicionales que no corresponden, por ejemplo, el hermano del actual intendente  que ocupa un puesto en el Consejo de la Magistratura usa, o usaba, personal municipal para limpiar casas de parientes, sobre este hecho hay incluso un testimonio de una vecina que tras protestar fue amenazada frente a decenas de vecinos por el mismo Geronimo Ustarroz.
Otro personaje de esta familia que ocupó paradojicamente un puesto clave fue Gustavo Révora quien dirigió el RENAR. Lo increible de la asignación de Gustavo Révora en ese puesto es que en su juventud cometió homicidio doloso dando muerte a un joven mercedino manipulando una escopeta erroneamente. Poner a una persona que mata de un disparo accidental a otra, a dirigir el RENAR es un escupitajo en la cara de la ciudadanía.

La familia del intendente, o del Ministro del Interior no es la única en Mercedes que se beneficia de los privilegios que caracterizan a la clase política y funcionarios punteros políticos que viven de los impuestos de los trabajadores y ponen en peligro la eficiencia del Estado además de valores básicos como la justicia.
Todos conocen el anterior ejemplo de nepotismo representado por el previo intendente Carlos Selva que logró acomodar a su hija Gisela Aldana Selva como juez, con todos los privilegios que ser juez implica: privilegios económicos excepcionales y el privilegio de decretar la prisión para ciudadanos, o su libertad, aún cuando fuesen culpables de un delito.
La casta política que ambos intendentes representan no solamente nos perjudica económicamente si no en todos los niveles: economía, salud, educación. Justicia, insumos básicos como agua potable y más.

Por debajo de ellos la corrupción no disminuye. Hace poco concejales oficialistas denunciaron que concejales de Juntos por el Cambio exigieron la incorporación de ñoquis funcionales a su partido a cambio de permitir el establecimiento de una multinacional de origen alemán. El ex concejal Juan Carlos Badano por ejemplo es un referente del macrismo y del nepotismo habiendo acomodado a parejas, amigos y familiares, entre ellos a sus hermanos y sobrinos en el Estado.

Obviamente la pelea entre los partidos dominantes no es por la presencia o ausencia de ñoquis si no por acomodar a los propios de cada partido, en el caso del partido del intendente podemos enumerar a varias familias dispersas en distintos organismos del Estado.

En este punto recordemos que un Estado manejado por militantes nunca funciona bien independientemente del partido al que pertenezcan, a mayor nivel de militancia menor el nivel de profesionalismo. Esto puede verse en una juez condicionada por el partido político que la llevó al puesto como el caso Gisela Aldana Selva, o que la preserva aún a pesar de su incapacidad de ejercer como el ejemplo práctico que en Mercedes tenemos en el juzgado de faltas con una juez incapacitada psiquiátricamente.


Otro ejemplo de ineficiencia si asumimos por ejemplo que la ANSES y la municipalidad deben funcionar al servicio del ciudadano no podemos aceptar que el intendente lidere las direcciones de ambos organismos cuando existe incompatibilidad horaria, lo que fue una realidad durante mucho tiempo, hasta el día de hoy el organismo continúa intervenido por militantes incluyendo a la familia del intendente (Révora).

En salud tenemos a la Dra. Silvina Sukich, también militante político y esposa de Eloy Dabove, también militante político, ambos cobran del Estado, viven de los impuestos que pagamos, lo mismo puede decirse de la familia militante Gandolfi dispersa en una de las áreas más importantes y vulnerables a la militancia política: la educación, abarcan desde la dirección en el caso de Veronica Rodriguez Gandolfi (hija del militante Tino Rodríguez, puntero político quien también vive del Estado) hasta el área sindical (FEB) con Silvia Gandolfi, o así lo hacían considerando que algunos puestos se renuevan y rotan a otros, hay mas miembros de esta familia que cobran del Estado.
Pero en este sentido podemos dar el ejemplo de cómo estos sectores cuando son militantes no sólo no son funcionales a las necesidades de la sociedad sino que la perjudican aún más con fines ajenos al interés público, por ejemplo, en los últimos años muchos alumnos, hijos de padres que financian con mucho esfuerzo y cantidad la educación pública, quedaron sin clases en huelgas y paros que solo responden a intereses de jefes sindicales, como por ejemplo la colocación de un familiar en  un puesto público (Baradel es un ejemplo y en Mercedes también tenemos los nuestros). Por cierto, hasta ahora fueron ejemplos de la justicia en un país donde esta no existe, de salud en un país con nivel deplorable del sistema de salud público, de una educación en un país con alumnos que egresan sin comprensión de lectura y sin saber dividir. En el caso de Veronica Rodriguez Gandolfi, hablamos de un personaje que estando asignado al área de educación se dedica a amenazar a los ciudadanos que expresan malestar por la alta presencia de ñoquis en el Estado, un ejemplo nada fiel a su vocación para los alumnos, el comportamiento es propio de un mafioso como demostró Geronimo Ustarroz al amenazar a una vecina por exigir lo correcto.

Veronica Rodriguez Gandolfi burlandose ante la ausencia de clases por cuarentena de los padres que financian su puesto y a la educación pública, muchos de los cuales durante la cuarentena no perciben ingresos a diferencia de ella que goza de ingresos asegurados aún sin trabajar.

No se insinúa que todas estas personas no hayan estudiado para ejercer sus cargos (algunos realmente no están capacitados, otros estudiaron apropiadamente), se pone en tela de juicio el resultado de los servicios que prestan asociando el fracaso con el nepotismo que pone fin a la necesidad de mérito por parte del funcionario. Si están acomodados no tienen que servir bien, para lograr el puesto no hay que ser profesional si no conocer a la persona adecuada o militar en el partido correcto. De esta forma quienes pagamos impuestos no solamente nos vemos desprovistos de nuestras ganancias, también de los servicios que deberíamos recibir.

Esta corrupción y nepotismo extendidos por Mercedes abarcan a muchas familias más que serán nombradas en otros artículos y son la causa de que en provincias como Salta tengamos mortalidad infantil por desnutrición. Son la causa de que cada producto que compramos cueste el doble por impuestos ocultos destinados a mantenerlos, la causa de un Estado gigante pero ineficiente (el más ineficiente de la región) y de que seamos el segundo Estado en el mundo que más presiona con impuestos a sus ciudadanos.

El enredo de acomodos impide a los ciudadanos acudir a la justicia para combatir este fenómeno, como se dijo incluso una Juez es hija de un ex intendente, el hermano del intendente ocupo el Consejo de Magistratura y hay personajes en el Ministerio Público Fiscal que también militan en las redes en favor de políticos acusados por corrupción demostrando falta total de profesionalismo y vocación, o demostrando corrupción.

Pero no todo está perdido y la solución está en manos de la ciudadanía que es la que financia absolutamente todo, es cuestión de que despierte. Esperemos que la actual situación de cuarentena, en la que se exige a la ciudadania ganar menos mientras ellos mantienen sus privilegios intactos, contribuya a ese fin.

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No es un secreto que el liderazgo de la ciudad de Mercedes está en manos de una única familia traducida en 3 apellidos: Ustarroz, De Pedro y Révora. Una única familia que encontró vulnerabilidades para convertir una violación de la ley en una violación de la etica. Las leyes contra el nepotismo impiden a políticos acomodar a familiares en una misma institución u organismo, es por eso que Juan Ignacio Ustarroz (cuyo sueldo ilegalmente no esta publicado) colocó a su hermano en el Consejo de la Magistratura, su otro hermano de crianza Wado de Pedro es Ministro del Interior a pesar de no estar capacitado para el puesto. Siguiendo con la misma familia también tenemos al apellido Revora diseminado por el Estado y organismos dentro de Mercedes, Lalo Révora, Silvia Alicia Révora y contando . Los salarios y privilegios en general de esta única familia nos cuestan a los contribuyentes millones de pesos mensuales si sumamos todas las cantidades además de recursos adicionales que no corresponden, por ejemplo, el hermano del actual intendente  que ocupa un puesto en el Consejo de la Magistratura usa, o usaba, personal municipal para limpiar casas de parientes, sobre este hecho hay incluso un testimonio de una vecina que tras protestar fue amenazada frente a decenas de vecinos por el mismo Geronimo Ustarroz.
Otro personaje de esta familia que ocupó paradojicamente un puesto clave fue Gustavo Révora quien dirigió el RENAR. Lo increible de la asignación de Gustavo Révora en ese puesto es que en su juventud cometió homicidio doloso dando muerte a un joven mercedino manipulando una escopeta erroneamente. Poner a una persona que mata de un disparo accidental a otra, a dirigir el RENAR es un escupitajo en la cara de la ciudadanía.

La familia del intendente, o del Ministro del Interior no es la única en Mercedes que se beneficia de los privilegios que caracterizan a la clase política y funcionarios punteros políticos que viven de los impuestos de los trabajadores y ponen en peligro la eficiencia del Estado además de valores básicos como la justicia.
Todos conocen el anterior ejemplo de nepotismo representado por el previo intendente Carlos Selva que logró acomodar a su hija Gisela Aldana Selva como juez, con todos los privilegios que ser juez implica: privilegios económicos excepcionales y el privilegio de decretar la prisión para ciudadanos, o su libertad, aún cuando fuesen culpables de un delito.
La casta política que ambos intendentes representan no solamente nos perjudica económicamente si no en todos los niveles: economía, salud, educación. Justicia, insumos básicos como agua potable y más.

Por debajo de ellos la corrupción no disminuye. Hace poco concejales oficialistas denunciaron que concejales de Juntos por el Cambio exigieron la incorporación de ñoquis funcionales a su partido a cambio de permitir el establecimiento de una multinacional de origen alemán. El ex concejal Juan Carlos Badano por ejemplo es un referente del macrismo y del nepotismo habiendo acomodado a parejas, amigos y familiares, entre ellos a sus hermanos y sobrinos en el Estado.

Obviamente la pelea entre los partidos dominantes no es por la presencia o ausencia de ñoquis si no por acomodar a los propios de cada partido, en el caso del partido del intendente podemos enumerar a varias familias dispersas en distintos organismos del Estado.

En este punto recordemos que un Estado manejado por militantes nunca funciona bien independientemente del partido al que pertenezcan, a mayor nivel de militancia menor el nivel de profesionalismo. Esto puede verse en una juez condicionada por el partido político que la llevó al puesto como el caso Gisela Aldana Selva, o que la preserva aún a pesar de su incapacidad de ejercer como el ejemplo práctico que en Mercedes tenemos en el juzgado de faltas con una juez incapacitada psiquiátricamente.


Otro ejemplo de ineficiencia si asumimos por ejemplo que la ANSES y la municipalidad deben funcionar al servicio del ciudadano no podemos aceptar que el intendente lidere las direcciones de ambos organismos cuando existe incompatibilidad horaria, lo que fue una realidad durante mucho tiempo, hasta el día de hoy el organismo continúa intervenido por militantes incluyendo a la familia del intendente (Révora).

En salud tenemos a la Dra. Silvina Sukich, también militante político y esposa de Eloy Dabove, también militante político, ambos cobran del Estado, viven de los impuestos que pagamos, lo mismo puede decirse de la familia militante Gandolfi dispersa en una de las áreas más importantes y vulnerables a la militancia política: la educación, abarcan desde la dirección en el caso de Veronica Rodriguez Gandolfi (hija del militante Tino Rodríguez, puntero político quien también vive del Estado) hasta el área sindical (FEB) con Silvia Gandolfi, o así lo hacían considerando que algunos puestos se renuevan y rotan a otros, hay mas miembros de esta familia que cobran del Estado.
Pero en este sentido podemos dar el ejemplo de cómo estos sectores cuando son militantes no sólo no son funcionales a las necesidades de la sociedad sino que la perjudican aún más con fines ajenos al interés público, por ejemplo, en los últimos años muchos alumnos, hijos de padres que financian con mucho esfuerzo y cantidad la educación pública, quedaron sin clases en huelgas y paros que solo responden a intereses de jefes sindicales, como por ejemplo la colocación de un familiar en  un puesto público (Baradel es un ejemplo y en Mercedes también tenemos los nuestros). Por cierto, hasta ahora fueron ejemplos de la justicia en un país donde esta no existe, de salud en un país con nivel deplorable del sistema de salud público, de una educación en un país con alumnos que egresan sin comprensión de lectura y sin saber dividir. En el caso de Veronica Rodriguez Gandolfi, hablamos de un personaje que estando asignado al área de educación se dedica a amenazar a los ciudadanos que expresan malestar por la alta presencia de ñoquis en el Estado, un ejemplo nada fiel a su vocación para los alumnos, el comportamiento es propio de un mafioso como demostró Geronimo Ustarroz al amenazar a una vecina por exigir lo correcto.

Veronica Rodriguez Gandolfi burlandose ante la ausencia de clases por cuarentena de los padres que financian su puesto y a la educación pública, muchos de los cuales durante la cuarentena no perciben ingresos a diferencia de ella que goza de ingresos asegurados aún sin trabajar.

No se insinúa que todas estas personas no hayan estudiado para ejercer sus cargos (algunos realmente no están capacitados, otros estudiaron apropiadamente), se pone en tela de juicio el resultado de los servicios que prestan asociando el fracaso con el nepotismo que pone fin a la necesidad de mérito por parte del funcionario. Si están acomodados no tienen que servir bien, para lograr el puesto no hay que ser profesional si no conocer a la persona adecuada o militar en el partido correcto. De esta forma quienes pagamos impuestos no solamente nos vemos desprovistos de nuestras ganancias, también de los servicios que deberíamos recibir.

Esta corrupción y nepotismo extendidos por Mercedes abarcan a muchas familias más que serán nombradas en otros artículos y son la causa de que en provincias como Salta tengamos mortalidad infantil por desnutrición. Son la causa de que cada producto que compramos cueste el doble por impuestos ocultos destinados a mantenerlos, la causa de un Estado gigante pero ineficiente (el más ineficiente de la región) y de que seamos el segundo Estado en el mundo que más presiona con impuestos a sus ciudadanos.

El enredo de acomodos impide a los ciudadanos acudir a la justicia para combatir este fenómeno, como se dijo incluso una Juez es hija de un ex intendente, el hermano del intendente ocupo el Consejo de Magistratura y hay personajes en el Ministerio Público Fiscal que también militan en las redes en favor de políticos acusados por corrupción demostrando falta total de profesionalismo y vocación, o demostrando corrupción.

Pero no todo está perdido y la solución está en manos de la ciudadanía que es la que financia absolutamente todo, es cuestión de que despierte. Esperemos que la actual situación de cuarentena, en la que se exige a la ciudadania ganar menos mientras ellos mantienen sus privilegios intactos, contribuya a ese fin.